Lo que debes saber para tener orégano en tu huerto
De la familia de las Labiadas, alcanza 30 a 70 cm de altura. Especie nativa de Europa, Irán y los Himalayas. Ha sido utilizado medicinalmente desde hace miles de años y se le encuentra citado en escritos médicos anteriores a Cristo, especialmente de las antiguas culturas orientales. Su uso en la alimentación se remonta a los tiempos de los egipcios, que, entre otras propiedades, le atribuían virtudes afrodisíacas. Según información disponible, la población Aymará y Mapuche de Chile no la usó con fines medicinales.
Suelo
El Orégano prefiere un suelo cretoso o de gravilla en un lugar calido y seco. Lo ideal son las laderas de una colina.
Macetero
Si se planta en macetero, elaborar un terreno pobre, compuesto de mezcla de arena, compost y tierra de jardín en partes iguales . Si se planta directamente en el jardín, añadir arena al suelo, esta proporcionara un muy buen drenaje.
Riego
El orégano gusta del agua en forma moderada.
Sol
Soporta tanto el frío como el calor, aunque es preferible que este al sol. En zonas frías se cultiva como una planta anual.
Recolección
Las hojas y los tallos del orégano se recogen a finales del verano. Las semillas para siembra maduran a comienzos de otoño. Se utilizan fresca o se secan extendidas en la oscuridad.
Uso Medicinal
El producto seco y ocasionalmente su aceite, se usa como expectorante, antiséptico, antiespasmódico, carminativo y tónico. También para desórdenes gastrointestinales y respiratorios como catarros, resfriados, bronquitis, etc. Es antitusígeno y emenagogo, alivia flatulencias en bebes y es apropiado para cólicos e indigestiones. Tiene gran cantidad de antioxidantes (más de 30 compuestos de ellos) los que son muy útiles en el tratamiento de enfermedades como el SIDA o el cáncer. Levemente sedativo, por lo que ayuda en los dolores de cabeza y el sistema nervioso.
Datos Culinarios
El orégano es uno de los ingredientes favoritos de la comida italiana. Su sabor picante es muy adecuado para los platos fuertes con aceite. Resulta ideal para aderezar ensaladas, salsas de tomate, sopas, arroces y pescados. Además, puede usarse en la composición de rellenos para legumbres, carnes y tartas. Fresco, hay que añadirlo al final de la cocción porque su sabor se pierde fácilmente. Va muy bien con quesos tipo mozzarella, anchoas, brócoli, champiñones, cebollas, huevos y aves.