Los mejores sustratos
Las plantas solo pueden absorber los nutrientes en su forma química elemental, al contrario que nosotros, que tenemos un sistema digestivo que se encarga de descomponer las moléculas más complejas en otras más simples. Para ello, las plantas se ayudan de los microorganismos que existen en la tierra y que son su “aparato digestivo”. Por eso es tan importante elegir un buen sustrato que proporcione a las plantas todos los nutrientes imprescindibles y mantenga las condiciones necesarias para ello.
Puesto que, cada tipo de sustrato tiene unas características particulares con aplicaciones específicas, lo mejor es siempre combinar varios de ellos. En este artículo te mostramos cuáles son esas aplicaciones y qué combinaciones son las más efectivas y ecológicas.
Condiciones de los sustratos para el huerto urbano
Elegir mal el sustrato es una de las principales causas por las que pueden aparecer todo tipo de problemas a la hora de empezar a cultivar nuestro propio huerto urbano.
Existen una serie de condiciones que los sustratos deben cumplir para que las plantas crezcan y se mantengan en perfectas condiciones. El sustrato debe proporcionar a la planta:
Sujeción
Acceso del oxígeno a las raíces
Retención de humedad (ni seco ni encharcado)
Nutrientes
Para que se den estas condiciones, hemos de tener en cuenta algunas consideraciones básicas:
La tierra debe ser fértil y rica en nutrientes.
Debe recrear las condiciones del ecosistema original de la planta en cuestión.
Debe ser esponjosa para permitir el paso del aire.
Debe retener la humedad en un grado óptimo.
Es mejor mezclar varios tipos de sustrato para obtener las mejores ventajas.
Es necesario renovar la tierra y añadir abono, ya que los nutrientes y la consistencia de los sustratos tienen una vida limitada.
Materiales básicos para un buen sustrato
Sustrato universal
Es el que encontramos normalmente en todas las tiendas de jardinería. Está hecho sobre todo a base de turba. Utilizarlo como sustrato único no es la mejor idea, puesto que ni su capacidad para retener el agua ni para airear son demasiado eficaces. Además no posee una especial riqueza de nutrientes. Sin embargo, sí proporciona un buen sustento a las plantas, por lo que lo mejor es utilizar poca cantidad mezclada con otro tipo de sustrato. Si eliges el sustrato universal como sustrato único, mejor añade abonos.
Turba
La turba se obtiene a partir de la descomposición de materiales orgánicos en zonas pantanosas durante siglos, conocidas como turberas. Se trata de un material esponjoso e idóneo para el cultivo de plantas, pero es necesario que lo combines con otro material fertilizante, ya que es pobre en nutrientes. Aunque se trata de uno de los sustratos más utilizados por sus estupendas características, tiene dos inconvenientes importantes. El primero es que la explotación de las turberas daña gravemente el ecosistema, ya que tardan en crearse miles de años, y su renovación es muy lenta. Al almacenar grandes cantidades de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero, son muy beneficiosas a la hora de reducir el calentamiento global. Por eso su explotación no es nada recomendable para la salud del planeta. La otra desventaja es que se secan con facilidad y cuando esto ocurre, resulta muy difícil volver a hidratarlas.
Fibra de coco La fibra de coco, por el contrario, ofrece innumerables ventajas con respecto a la turba. En primer lugar, se obtiene a partir de los residuos de la industria cocotera, ya que para su fabricación se utiliza la parte exterior del coco. Se trata de un sustrato orgánico muy esponjoso y ligero que, además de resultar muy cómodo de trasladar (al contrario que la turba), permite una condiciones idóneas para que las raíces se mantengan hidratadas y oxigenadas.
Mantillo
Es uno de los menos recomendados, pues al contener gran variedad de elementos puede contener sustancias tóxicas. Además es un fertilizante pobre, puesto que no contiene demasiados nutrientes, y tiene un Ph muy bajo. Los más utilizados son los de cedro y ciprés. Tanto por razones ecológicas (destrucción del ecosistema), como por sus características particulares, es mejor opción el de cedro que el de ciprés.
Compost
El compost se consigue a través de materiales orgánicos expuestos a la acción de distintos organismos en un proceso llamado compostaje. Se puede obtener a través de la producción industrial, pero el mejor compostaje es el casero realizado con la basura orgánica que vamos acumulando. Es una buena forma de reutilizar los deshechos orgánicos, colaboramos con el ecosistema, y sin duda las plantas se verán muy beneficiadas con este magnífico sustrato que aporta gran contenido de nutrientes y unas óptimas condiciones de retención de agua y paso de aire.
Perlita
La perlita se obtiene a partir de rocas vítreas. Son unas piedrecitas blancas que se mezclan con otros sustratos, fundamentalmente, para aumentar el drenaje y el acceso de aire, ya que no aportan nutrientes. Son ligeramente tóxicas y su polvo no debe ser inhalado (mejor trabajarlas con mascarilla).
Vermiculita
La vermiculita es un mineral con gran capacidad para retener el agua y se utiliza en proporciones muy bajas para retener la humedad. Aporta hierro y magnesio, pero no debemos tenerla en cuenta como fertilizante, ya que su aporte de nutrientes es muy escaso.
Dos buenos aditivos para el sustrato
Además de la mezcla óptima de materiales de sustrato (a continuación te propondremos una), añadir determinados aditivos nos puede proporcionar otras ventajas:
Harina de Neem
La harina de Neem se obtiene a partir de las nueces del Neem, un árbol originario de India. Este aditivo es un famoso insecticida natural que evitará que nuestras plantas sufran distintos tipos de plagas (caracoles, pulgón,minadores, etc).
Tricoderma
Los hongos Trichoderma Harzium funcionan como un refuerzo del sistema inmunitario de las plantas, ayudándolas a absorber los nutrientes y favoreciendo la supervivencia en condiciones desfavorables.
Dos buenos abonos para el sustrato
Además de la tierra base (sustrato) que elijamos, siempre resulta una buena idea incorporar a la mezcla una parte de material de abono para enriquecer el sustrato y proporcionar mayor número de nutrientes a las plantas. Te recomendamos:
Humus de lombriz
Uno de los mejores abonos ya que contiene gran cantidad de nutrientes. No hay problema en el exceso de este abono. Las encontrarás en todos los establecimientos de jardinería, pero, si las lombrices no te dan asco, puedes cultivarlas en casa tú mismo.
Estiércol
El estiércol es el otro gran fertilizante, ya que contiene todas las características necesarias para el correcto desarrollo de las plantas. Es mejor que esté maduro.
La mejor mezcla para tu huerto urbano
Según vayas experimentando con tu huerto urbano, te decidirás por uno u otro sustrato, ya que cada cual tiene sus gustos y preferencias. En este artículo te proponemos una mezcla específica con la que pueden empezar a experimentar:
40% fibra de coco
20% sustrato universal
15% estiércol o compost
15% humus de lombriz
10% vermiculita
Aditivos: harina de Neem y tricoderma
Acolchado o Mulching
Una vez echado el manto de sustrato y plantado lo que sea que quieras cultivar, es aconsejable que acolches. El mulching o acolchado es una práctica utilizada en jardinería y consiste en extender sobre el manto de tierra una capa de cortezas, maderas, hojas u otros materiales orgánicos (existe una gran variedad en el mercado). Esta práctica tiene numerosas ventajas:
Mantiene la humedad de la tierra
Mejora las condiciones térmicas de la planta
Evita la aparición de malas hierbas
Favorece el proceso de nitrificación
Decora