Rotación de cultivos
La función que tiene la rotación de los cultivos es utilizar en beneficio del agricultor el hecho de que los cultivos tienen necesidades diferentes y emplean del suelo nutrientes distintos, por lo que cultivar el mismo producto tiende a agotar el terreno, mientras que irlos cambiando saca mayor rendimiento del mismo suelo sin que las plantas se vean perjudicadas por una siembra intensiva, con ello el gasto final de nutrientes es menor, lo que era esencial en una economía de supervivencia y se adaptaba mejor a las necesidades de las plantas.
Además en una siembra recurrente de plantas de la misma familia se facilita la permanencia sobre el terreno de las plagas que viven sobre ese tipo de cultivo, así como de las enfermedades que lo atacan.
A partir de esa información básica la siembra se ha organizado tradicionalmente en zonas de cultivo, u hojas, con cuatro grupos diferentes de plantas desde el sistema cuatrienal. El sistema de agrupamiento no es el mismo para todos los cultivadores, en uno de los más frecuentes se las clasifica en función de la demanda de nutrientes, de modo que se comenzaba el ciclo realizando grandes aportes de abono para plantas muy demandantes, como solanáceas y cucurbitáceas, trigo y maíz e incluso coliflores.
Variedad de leguminosa
Solanáceas
Tras ellas se colocaban, sin aportar abonos nuevos, otras de menores demandas como las plantas de hojas: lechugas, acelgas, espinacas, …, puerros, que gustan de abono muy descompuesto, por lo que se les puede añadir humus, y entre ellas se incluyen a veces raíces como zanahorias, remolachas.
En tercer lugar iban las plantas que requerían poco abono y muy descompuesto, plantas como cebollas y ajos, de la familia de las liliáceas, y también algunas raíces, más interesadas en el potasio que en el nitrógeno.
Finalmente estaban las plantas que no requerían nada de abono, y que eran empleadas como mejorantes del suelo. Estaban entre ellas todas las leguminosas: garbanzos, alubias, lentejas, alfalfa,… y también algunas gramíneas que se pueden emplear como abonos verdes o para mejorar la estructura del suelo.
Disposición de cultivos al inicio de verano
Si las agrupáramos por lo que se extrae de ellas: Frutos en los terrenos más abonados, sembrando el primer año solanáceas y cucurbitáceas. Hojas en el segundo año de la familia de las compuestas, quenopodiáceas ,… Raíces el tercer año de umbelíferas y liliáceas y finalmente el cuarto año: leguminosas y crucíferas.
Garbanzos
Crucíferas
Esta teoría es válida para en un tipo de cultivo, con parcelas completas, a cierta escala, para producir toda la cosecha al mismo tiempo, pero en el huerto casero se combina con:
La siembra intercalada de ciertos cultivos, para dificultar la polinización cruzada, que facilita la hibridación.
La secuenciación de cultivos que busca no tener toda cosecha al mismo tiempo, sino irla consiguiendo poco a poco.
El volumen total de cada artículo que queramos llegar a producir.
La duplicidad de cosechas (cosecha de verano, cosecha invernal) a lo largo del año agrícola.
La teoría está ahí, pero la huerta no son matemáticas. Las reglas son norma general, pero también a veces están hechas para ser rotas.©