Otoño: temporada de fresas, propiedades y su efecto en la piel
Rojas, pequeñas y sabrosas. Las fresas suelen ser frutas de temporada y en otoñoestán en su máximo esplendor. Las fresas aportan un gran valor nutricional y son consideradas como un alimento saludable que debe incluirse en las cinco piezas diarias de fruta y verduras que se recomiendan al día.
Las fresas permiten una dieta equilibrada y ayudan a reducir el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades y otras dolencias que surgen por descuidar la alimentación.
Su cultivo
Aunque hace siglos la fresa era destinada a las familias con alto poder adquisitivo, su cultivo se extendió por Europa y otros países y continentes. En España, concretamente, es uno de los lugares con mayor producción y cultivo del fruto que es exportado a muchos países.
Las zonas de cultivo suelen encontrarse, preferentemente, en lugares húmedos y fríos-templados, en bosques donde abundan robles y pinos encinos. Las hojas tiernas de su planta también se pueden consumir como verdura, y el fruto debe conservarse a la sombra y en un lugar resguardado del calor y de la humedad
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Nutrientes
Esta fruta es destacada porque mantiene intactas todas sus propiedades nutricionales. Puede comerse cruda, con zumo, en postres junto a nata y otros complementos, junto a carnes para dar un toque dulce a los platos… Está formada por hidratos de carbono, como puede ser fructosa, glucosa y xilitol. Además contiene fibra, siendo buena para proteger el intestino y regular las digestiones.
Un estudio de la Universidad Politécnica de la Marche, en Italia, y de la Universidad de Granada asegura que el consumo regular de esta fruta puede llegar a mejorar la capacidad antioxidante del plasma sanguíneo.
Agua y vitaminas
Las fresas son ricas en agua, esto ayuda en gran medida a depurar el organismo de toxinas, tienen un poder antioxidante importante y previenen las infecciones. Otros beneficios que ofrecen las fresas es que suelen evitar los niveles altos de ácido úrico. Entre sus minerales está el hierro, por lo que nos da la energía que necesitamos en muchos momentos del día. Entre sus vitaminas, esta fruta destaca al llevar vitamina E y C.
Con la vitamina E, la fresa actúa como antioxidante celular y es buena para prevenir ciertas enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer. Además, es una gran ayuda para tener una circulación sanguínea adecuada. Gracias a la vitamina C, la fresa se asimila a los cítricos y previene de los resfriados y la gripe, especialmente durante las épocas de más frío.
Usos medicinales
Las fresas son diuréticas y antirreumáticas, además pueden consumirse sin problema porque llevan una gran cantidad de ácido ascórbico, lecitina y pectina siendo ideal para regular los niveles de colesterol que hay en la sangre. A su vez, son antiinflamatorias y astringentes. Las hojas de las plantas de las fresas, una vez machadas, suelen ser un perfecto remedio para evitar las arrugas.
El mejor aliado para la piel
La fresa nos cuida por dentro y también por fuera. Desde hace siglos la fresa se ha utilizado para realizar mascarillas y se emplea en la cosmética por ofrecer propiedades antioxidantes las cuales penetran en la piel para dejarla cada vez más joven.
Entre sus usos en la cosmética resalta su función como exfoliante para acabar con las células muertas de la piel. Son recomendables los exfoliantes naturales de fresa para aplicar tanto a nivel corporal como facial. Como resultado, la piel está más sedosa y natural.
También se recomienda para recuperar el tono de la piel y acabar con determinadas manchas que pueden afearnos el rostro. La fresa sirve también como tónico natural y es viable para combatir el acné. En el cabello, suelen realizarse acondicionadores y mascarillas naturales de fresa, que deja el cabello mucho más suave y sedoso y facilita el desenredado.