Zanahorias aliñadas o aliñás
La receta de hoy os las aconsejo, aunque no seáis tan fans de ellas , porque os van a encantar. Servido con una cervecita bien fría, es un aperitivo genial. Suele hacerse un tarro grande y además de tomarlas como tapeo, también se puede añadir a alguna que otra ensalada o sirven para acompañar un plato de carne o pescado. Seguro que much@ las consumis con frecuencia, es una tapa habitual en los bares andaluces, sobre todo malagueños, en época estival. Para los que aún no hayáis tenido el gusto de probarlas, os dejo la receta. Os aseguro que repetiréis y además, es una receta fácil, rápida y económica.
INGREDIENTES:
1/2 Kg de zanahorias
4 dientes de ajo
1/2 cucharada de comino molido
1 cucharada de orégano seco
1/2 cucharadita de pimentón dulce de la Vera (opcional)
1/2 cucharada de perejil picado
50 cc de vinagre de Jerez
50 cc de agua
sal
Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN:
Pelamos las zanahorias y las llevamos al fuego en una cacerola con agua fría. Cuando el agua comience a hervir, bajamos el fuego y dejamos que se cuezan. Las pinchamos para comprobar que están cocidas. Deben quedar enteritas, porque si cuecen demasiado se desmoronaran. Escurrimos y reservamos hasta que se enfríen. Cortamos las zanahorias en rodajitas pequeñas, las ponemos en un tarro de cristal Mientras tanto ponemos en un mortero los dientes de ajo, el comino, el orégano, el perejil y la sal, majamos todo bien y se lo incorporamos a las zanahorias. (añadir un poco de agua de las zanahorias al mortero, para aprovechar bien todo el aliño) Agregamos el vinagre y el agua (yo he aprovechado el agua de cocer las zanahorias ya frío, para que no se pierdan las vitaminas)
Removemos bien para que se impregnen todas las rodajas de zanahoria y dejamos enfriar en la nevera al menos 8 horas, para que cojan bien el aliño. En el momento de servirlas las escurrimos bien de todo el líquido del aliño y las servimos con un buen chorreón de aceite de oliva virgen. Rectificamos de sal si fuera necesario.