Tortilla de calabacín y jamón
La que hoy os presentamos no tiene ningún misterio: un calabacín hermoso y tierno, una cebolla de la variedad que más os guste, jamón ibérico, un buen aceite de oliva, unos huevos frescos, y el lío está montado.. Cuando te propones hacer una tortilla los coges, y bien, pero uno de los secretos para que sea excepcional es usar unos huevos muy frescos. El otro, una buena sartén. El resto sale sólo, porque ¡mira que son agradecidas las tortillas!
A ello.
Ingredientes para 4 comensales
1 calabacín hermoso 1 cebolla mediana 100 gr de jamón ibérico en una loncha gorda Aceite de oliva 4 huevos hermosos Sal
Preparación
1. Lavar el calabacín y secarlo. Quitarle el rabo y el culo e ir haciendo lonchas pequeñas y de grosor regular, como si fueran patatas para freír para una tortilla. No utilizar la parte interna de la zona que tiene más semillas. No hace falta pelarlo: el color de la piel le da un aspecto bastante atractivo.
2. Trocear la cebolla en lonchas pequeñas y partir el jamón en trozos.
3. Poner el aceite en una sartén, unas 6 cucharadas, y cuando esté caliente, poner a freír la cebolla. Cuando esté bien pochada, retirarla a un colador para que escurra el aceite que le sobre.
4. Freír a continuación en el mismo aceite el calabacín con un poco de sal. Poner una tapa para que sude un poco. Cuando pasen unos 5 minutos, quitar la tapa, y dejar que se fría. Lo ideal es dejarlo en su punto, ni muy frito ni muy al dente. Sacarlo y ponerlo a escurrir también.
5. En el mismo aceite otra vez, freír sólo durante unos segundos el jamón.
6. Batir en un bol los huevos. Echar en él el jamón, la cebolla y el calabacín. Moverlos para que se impregne todo de huevo.
7. Poner dos cucharadas del aceite que hemos empleado para freír los ingredientes en la sartén en la que vayamos a cuajar la tortilla. Cuando esté caliente y a fuego vivo, echar la mezcla y dejar unos minutos moviendo un poco el mango de la sartén. Cuando esté cuajada por ese lado, darle la vuelta con las ayuda de un plato, y a continuación bajar el fuego para que se cuaje por dentro. El punto, ya al gusto de los de la casa: en la mía, cuajada, pero no seca.
Consejos
El calabacín tarda un ratillo en freírse. Si vas con prisas, puedes meterlo unos 8 minutos en el microondas, ya loncheado, y con cuatro cucharadas de agua. De esta manera se ablanda un poco, y al incorporarlo a la sartén —escurriéndolo bien para que no salte— se hace mucho antes y os aseguro que el resultado difiere muy poco del original, ya que el microondas sólo nos sirve para que se ablande un poco.
En casa nos pierde el toque de jamón ibérico. Compensa ponerlo ibérico frente a un jamón más corriente, es un capricho que la tortilla agradece.
El adorno se hace simplemente poniendo el jamón entre dos papeles aptos para hornear y metiéndolo unos minutos a horno fuerte para que quede crujiente.