Mousse de fresas fácil y rápida
Este postre es ideal para no tener que tirarlas y poder aprovecharlas quitando sólo la parte que no esté en condiciones. Es muy fácil, vistosa, dificultad cero, e ideal para niños y adolescentes; lo tiene todo.
Ingredientes
Un sobre de gelatina de fresa 200 gr de fresas —unas 13 piezas medianas— Un yogur bio natural Unas fresas frescas para adornar
Preparación
1. Preparar la gelatina siguiendo las instrucciones del paquete, excepto en la cantidad de agua, que emplearemos únicamente la mitad. En mi caso era la gelatina de Mercadona, en paquetes es de 85 gramos. Las instrucciones eran: poner un vaso de agua a calentar, echar la gelatina, remover, y echar un vaso de agua fría y dejar reposar. Yo puse a calentar ½ vaso de agua; cuando hirvió, eché el sobre de gelatina, lo removí y le añadí ½ vaso de agua del tiempo, y seguí removiendo.
2. Dejar el preparado de gelatina en un bol hermoso hasta que cuaje un poco, en mi caso una hora.
3. Pasada la hora, lavar las fresas, cortarles la corola y ponerlas a escurrir, trocearlas y ponerlas en el vaso de una batidora. Añadir el yogur bio, y triturar. Reservar.
4. Con una batidora de varillas, batir la gelatina rápido para que entre aire y quede con burbujas.
Cuando hemos conseguido que duplique su volumen y tenga un aspecto cremoso, añadir la fresa batida y mezclada con el bio, y batir un minuto para que se integre todo bien.
5. Servir en copas y dejar que cuaje y se enfríe en el frigorífico. En una hora está lista para consumir.
Consejos
Esta receta la saqué hace tiempo de un libro que se llama “365 recetas para bebés y niños en edad preescolar”, de Bridget Wardley, y a mis hijas les encanta, por la textura y el sabor. A mí este tipo de postres me gusta presentarlos en vasitos de presentación no muy grande, pero es tan ligero que requiere un poco mas de capacidad, porque si no te quedas con la sensación de haber tomado poco.
Hemos intentado que en la foto se aprecie la textura, es muy esponjosa y ligera.
Lo puede hacer un niño ya un poco mayorcín que pueda manejar las varillas con ayuda de un adulto; es más que sencillo, y además, él comprobará que sólo lleva la gelatina, las fresas y el yogur. Más natural imposible.
Es ideal, como hemos comentado antes, para esas fresas que se nos estropean si estan en su punto en el acarreo del mercado a casa. Se quita la zona dañada y se lavan y se ponen en un bol para hacer este postre tan sencillo, o para las que llevan unos días en el frigorífico y han perdido el brillo, y así no se tira nada.
Es necesario para esta textura la gelatina que venden en sobres, no vale la de láminas. Este postre queda de dulzor justo, perfecto, no hay que añadir nada de azúcar, vale con la que trae la gelatina incorporada, pero para el gusto de mi hija pequeña —que es muy dulce ella— el azúcar se queda un poco corto, pero estoy a ver si se acostumbra a que las cosas no hay que tomarlas en exceso endulzada